top of page

DISCURSO DE AMOR (Parte II)

  • Foto del escritor: Marco Velázquez
    Marco Velázquez
  • 13 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

Nuestras malas decisiones tienen consecuencias.


“»No quisiste volver a mí; no quisiste dejar tu mala conducta. Por eso te castigaré y volverás a ser esclavo en Egipto; por eso Asiria te dominará. Habrá guerra en tus ciudades, tus enemigos matarán a toda tu gente, y echarán a perder tus planes. »Pueblo mío, ya lo has decidido; me abandonaste por otros dioses. Los crees más fuertes que yo, pero no podrán ayudarte.” (OSEAS 11:5-7 TLA)



Hay algo que demos reconocer y es que:

  • Como seres humanos, tenemos la tendencia a no querer reconocer cuando nos equivocamos, y tampoco a sumir las consecuencias de nuestros actos, de tal forma que muchas veces se nos es más fácil culpar a alguien por nuestra condición, que asumirla nosotros mismos.


Oseas enfatiza que no es por negligencia o descuido paternal que el hijo es rebelde. Israel tiene la culpa. Resiste toda autoridad, se va y no reconoce la soberanía del Padre.


  • volverás a ser esclavo en Egipto. Nuestras decisiones siempre traerán consigo consecuencias, ya sea buenas o malas. Israel se encontraba en esa condición por sus malas decisiones. No se encontraba ahí, porque Dios fuese un Dios malo, y nunca les hubiera ayudado; sino que las propias decisiones y la propia desobediencia del pueblo los llevó a estar en tales condiciones.


Y es que, Nuestras decisiones o nos pueden acercar más a las promesas de Dios, o nos pueden llevar nuevamente a nuestro Egipto. No confundamos, somos débiles, pero nuestra debilidad no es licencia para seguir pecando.


Y aquí de pudiera abrir una pregunta: ¿Por que pecamos? Lo cierto es porque esa es nuestra naturaleza, esa es nuestra condición. ¡No somos perfectos!, pero también, aún y con todo eso, muchas veces pecamos o fallamos no por nuestra debilidad, sino porque HEMOS DECIDIMOS HACERLO.


Pero ahí, ante las tentaciones de esta vida, ahí ante las cosas que nos quieran seducir, antes de decidir fallar, debemos recordar lo que dice la palabra:


“Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.” (2 TIMOTEO 1:7 TLA)


Por lo tanto, en esta cuarentena, si tenemos reconocer que hemos fallado, ¡hay que hacerlo!, ¡volvamos a los brazos del Padre!


Reconozcamos que necesitamos regresar a su presencia.


Aceptemos que tal vez no hemos llevado una vida cristiana que agrade y honre a Dios.


Llegó el momento de dejar de culpar a las luchas y a las pruebas por nuestra condición; aceptemos nuestros errores, y tan cierto como Dios vive, que Él obrará.


Sin importar tus errores y pasado, Dios está mas que dispuesto a amarte, restaurarte y usarte, entonces, ¿Que decidirás?

 
 
 

Comments


  • White Facebook Icon
  • White Instagram Icon
  • White Pinterest Icon
  • White Twitter Icon
  • White YouTube Icon

La Gloria fue, es y siempre será de Dios

bottom of page